Se realizó la primera cosecha conjunta en la escuela 132
En un trabajo mancomunado entre la municipalidad de Lago Puelo, Educación, la Asociación de Productores y el INTA, en la jornada de ayer se realizó la primera recolección de verduras que, en esta ocasión, serán destinadas a los módulos alimentarios de diabetes y otras patologías (fibromialgia, obesidad, oncológico), que se entregan mes a mes.
Gracias a este convenio interinstitucional, se está trabajando en las escuelas 132 y 41, como así también en la Casa de los Abuelos, permitiendo que las tres instituciones puedan obtener verduras orgánicas de calidad, para sumar a la dieta de estudiantes, adultos mayores, y vecinos y vecinas de Lago Puelo que reciben módulos adaptados.
«Hoy cosechamos varios kilos de rabanitos, lechugas y espinacas, que fueron fraccionados en la Casa de los Abuelos de Lago Puelo para que, a través del asesoramiento de la nutricionista, Yanina Tejo, se puedan incorporar alimentos frescos a las dietas de aquellas personas que reciben acompañamiento alimentario desde la municipalidad», explicó Sergio Torrego, técnico de la subsecretaría de Producción en los espacios productivos. A partir de ahora las cosechas escalonadas contribuirán a verduras frescas para módulos alimentarios, comedores escolares y la gran mayoría de las verduras serán destinadas a los mercados populares locales.
Actualmente se encuentran activos tres espacios productivos articulados con el municipio, se trata de las escuelas N°41 y N°132 y la Casa de los Abuelos.
«Buscamos destinar alimentos frescos a personas con requerimientos de salud especial tales como diabetes u obesidad que se encuentran con un seguimiento nutricional. Es necesario reconstruir la importancia de comer alimentos de estación y en la medida de lo posible locales» explicó la nutricionista, Yanina Tejo.
«Además, elegir alimentos agroecológicos, nos permite comprender mejor los ciclos de la naturaleza, descubrir los sabores reales, los aromas de cada estación, conocer las manos de quienes los producen, aprender a utilizar todas las partes del alimento y valorizar este intercambio en un paso más hacia la soberanía alimentaria», concluyó la especialista.